sábado, 13 de marzo de 2010

NOTAS






Entrevista: Julieta Gros
Con zapatillas de punta
Por Maritza Gueler (USA)

Judy, interpretada por Julieta Gros, personaje que requiere del uso de técnica clásica y zapatillas de punta.
Fotos: Joan Marcus.

Alumna de los célebres maestros Mercedes Serrano y Basil Tupin, desde hace un año y medio recorre los Estados Unidos con uno de los protagónicos de "Movin’out" la obra de Twyla Thap que conquistó Broadway.

Era un día frío de junio de 2003 en Buenos Aires. Julieta Gros se acercó a Mauricio Wainrot, director del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, y le pidió permiso para dejar la compañía por un par de semanas para participar en la New York Internacional Ballet Competition (NYIBC). Ya en Nueva York y como parte de las actividades de la competencia, tomó contacto con "Movin'Out", el último éxito de Twyla Tharp en Broadway. Primero fue a ver el show. Y después, casi como en el cuento de "La Cenicienta", una asistente de Tharp que estaba observando una clase en la NYIBC, se le acercó y le ofreció la oportunidad de hacer una audición. La filmaron, y a los pocos días la invitaron a volver a Nueva York en agosto para una audición final en presencia de la coreógrafa. Al regresar a Buenos Aires retomó su trabajo con el Ballet Contemporáneo, hasta que un día llegó la noticia: un contrato por un año para cubrir el rol de Judy en la gira nacional de "Movin' Out". Ese papel en Broadway ya había pasado por uno de los grandes nombres del American Ballet Theatre, Ashley Tuttle.

Este año, "Movin' Out" inicia su gira nacional con un elenco integrado por Julieta Gros, Holly Cruikshank, Matthew Dibble, David Gómez, Laurie Kanyok, Brendan King, Corbin Popp y Rasta Thomas en los roles principales. La obra, ganadora de un Tony a la mejor coreografía de Broadway en 2003, se sitúa a lo largo de dos décadas marcadas por el fin de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam. "Cuando vi por primera vez ‘Movin’out’ –comenta–, recuerdo que me llamó mucho la atención el papel de Judy porque la bailarina tenía, claramente, un entrenamiento clásico y bailaba con zapatillas de punta, cosa poco común en un espectáculo de Broadway."

Desde los 7 años Julieta Gros estudió danza clásica en el estudio particular de Mercedes Serrano y de Basil Tupin, pasó por en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y trabajó profesionalmente en la compañía de Julio Bocca, cuyo repertorio fluctuaba entre lo netamente clásico y lo neoclásico.

Cuando era niña, hizo tenis, gimnasia artística, piano y ballet, entre otras cosas. Sin embargo, la danza ganó la partida. Cuando terminó la escuela secundaria se decidió a estudiar Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y la dejó pendiente al irse a los Estados Unidos.

Danzahoy: ¿Qué sabías de "Movin’out" cuando te contrataron?

Julieta Gros: Mis conocimientos sobre "Movin'Out" se basaban sólo en haber tenido la oportunidad de ver el espectáculo en vivo y en directo.

D: ¿Qué significó estar bajo la mirada de una de las coreógrafas más importantes del mundo?

JG: Primero, una gran emoción. Haber sido elegida por ella misma y para un rol principal –teniendo en cuenta su trayectoria y la calidad de bailarines que para ella trabajan–, significó un gran halago para mí, y al mismo tiempo, una gran responsabilidad. Me habían entregado una oportunidad única y debía aprovecharla de la manera más inteligente y rendidora posible. Finalmente, me sentí muy agradecida y afortunada. Agradecida por la confianza que me tuvieron, agradecida a Mauricio (Wainrot) por haber sido comprensivo y generoso, agradecida a mi familia que siempre me ha apoyado en mi carrera… Afortunada, porque si bien he luchado mucho para ser bailarina, muchas veces las oportunidades no dependen sólo del talento y el sacrificio sino también de estar en el momento y en el lugar indicados…

D: ¿Qué es lo que más rescatas de tu aprendizaje en Buenos Aires como base para lo que estás haciendo ahora?

JG: Dado que para realizar el rol de Judy se requiere de técnica clásica, rescato los años durante los que estudié clásico, también mis trabajos en la compañía de Julio Bocca. Y finalmente, el año y medio invertido en la compañía del teatro San Martín, me ha dado una importante base contemporánea, elemento crucial para poder formar parte de cualquier proyecto de Twyla (Tharp).

D: ¿Qué significó ese año y medio "invertido" en el Ballet Contemporáneo?

JG: He dicho "tiempo invertido" puesto que considero que haber tenido la experiencia de trabajar en esa compañía me ha hecho crecer enormemente como profesional. A través de las coreografías y principalmente observando a los bailarines ya consolidados en la técnica contemporánea (que son de una calidad exquisita), he descubierto un mundo nuevo en el campo de los movimientos. He aprendido a usar mi cuerpo de una manera totalmente diferente de la que estaba acostumbrada, en la cual el cuerpo únicamente es el instrumento a través del cual el alma puede expresarse.

D: ¿Cuáles son los pros y los contras de la formación de danza que recibiste en la Argentina?

JG: No creo encontrar un elemento negativo en la educación argentina. Respecto de la danza, claro está. Creo que, pese a los bajos recursos con los que se cuenta, profesores y coreógrafos se esfuerzan para mantenerse en contacto con lo que pasa a nivel internacional, y a su vez, desarrollan una danza de carácter propio. En la Argentina, los estudiantes de danza hemos desarrollado un espíritu luchador, basado en la disciplina y la persistencia. Son muchos los bailarines argentinos que triunfan en el exterior. Y los que trabajan aquí en la Argentina, merecen de todo mi respeto y admiración.

D: ¿Qué es lo que más te interesa de tu trabajo en los Estados Unidos?

JG: Lo que me atrae de los Estados Unidos es principalmente la facilidad de recursos que existen para hacer cualquier cosa que te propongas hacer. En mi caso, para ser bailarina existen miles de escuelas, compañías y estudios de danza, de pilates, de yoga, gimnasios… Si bien el esfuerzo y la disciplina siguen siendo elementos esenciales, tener todos estos recursos al alcance de la mano, facilitan enormemente llegar a la meta. Y por otro lado, lo que rescato de la Argentina es que pese a no tener esa facilidad de recursos, existe en cambio un espíritu de lucha y de creatividad que nos permiten llegar a la meta de todas maneras. Hablando a lo argentino, nos damos maña...

"Movin ‘out"

D: ¿Qué es lo que más te atrae de "Movin’out" y del lenguaje de Tharp?

JG: En este espectáculo particular, creo que lo más interesante de su lenguaje se encuentra en su capacidad de poder contar una historia a través de los movimientos. Estamos hablando de Broadway, un mercado muy competitivo, en donde se observan superproducciones, escenografías de alta complejidad y, por lo general, un estilo muy típico: "music hall". Este show es totalmente atípico; con una escenografía sencillísima, 16 bailarines en escena y una banda de rock and roll, única responsable de la parte musical del espectáculo. Twyla se ha ingeniado para relatar una historia tan compleja como la que se vivió en los Estados Unidos durante las décadas del ’60 y ’70, con la astucia de elegir al conocido y famoso cantautor Billy Joel. Mientras que lo normal en un espectáculo de danza es que la vedette sea el baile y la música ocupa sólo un lugar secundario, en "Movin'Out" ambas se complementan e interactúan, en una especie de diálogo abstracto que busca como único objetivo llegar al público.

D: ¿De qué manera te identificas con esta obra?

JG: Me identifico a nivel humano e interactivo. Cada uno de los personajes transita por numerosos estados espirituales: amor, inocencia, dolor, angustia, pasión, odio, culpa, rencor, remordimiento, rebeldía, felicidad, euforia… La manera en que se expresan todos estos sentimientos y en la que los personajes se relacionan e interactúan me es muy familiar.

D: ¿Qué importancia tiene esta obra para gente de tu generación, que no ha vivido la guerra de Vietnam y ni siquiera sus consecuencias más cercanas?

JG: Considero que debería de tener mucha implicancia, puesto que se trata de un capítulo de la historia estadounidense que marcó muchísimo a las generaciones que lo vivieron en carne propia, sobre todo a los jóvenes de aquella época. Es importante entender que se trató de algo mucho más profundo que una guerra y un fracaso, sino de un acontecimiento cuyas consecuencias fueron de igual o mayor trascendencia que el hecho en sí. La marginación y el rechazo que los soldados debieron soportar de regreso a la patria, ya sea por parte de los nacionalista fanáticos avergonzados por la derrota, o ya sea por parte de los jóvenes revolucionarios, portadores del mensaje "hippy" de "amor y paz", fue un hecho innegable. Este entorno, absolutamente hostil llevó a estos soldados a recorrer un terrible y torturante camino a la reintegración social. Asimismo, es importante conocer este episodio para entender los posteriores procesos sociales: revolución femenina, el hippismo, la cultura disco, las drogas… Si bien no todos estos acontecimientos fueron consecuencias directas, la guerra de Vietnam fue definitivamente un detonante.

Julieta frente al espejo

D: Si tuvieras que definirte como persona, ¿qué pondrías en la lista de defectos y qué en la lista de virtudes?

JG: Dicho por personas que me conocen, la disciplina, la tenacidad y la perseverancia podrían ser mis mayores virtudes. En cuanto a mis defectos, ¡muchos! "Chinchudez" (forma coloquial de referirse al mal humor) a la mañana e impuntualidad (nunca para trabajar) podrían estar primeros en la larga lista.

D: ¿Cuándo empezaste a bailar y por qué?

JG: Comencé a bailar desde los 6 años. Mi mamá me mostró desde chica diferentes actividades para que pudiese conocer qué era lo que más me gustaba. Con el tiempo me fui inclinando para el lado artístico, y seguí con piano y ballet. Y ya en la adolescencia, me definí por la danza, aunque siempre me seguirá gustando tocar el piano de vez en cuando… Creo que la actitud tomada por mi mamá de mostrarme un abanico de posibilidades fue excelente y la haré propia en el momento en que me toque ser madre. Creo que a los niños debe estimulárselos, mostrarles todas las cosas que existen, para que ellos puedan descubrir que es los que más les gusta. Al menos eso es lo que me pasó a mí. Gracias ma!

D: ¿Qué es lo que más valoras de tus amigos? ¿Y de tus colegas?

JG: De mis amigos, la honestidad, y de mis colegas, el respeto.

D: ¿Qué es lo que más extrañas de la Argentina?

JC: ¡Tantas cosas! Confieso que luego de un año y medio me he acostumbrado a vivir fuera de la Argentina, sobre todo porque he encontrado en los Estados Unidos un número importante de personas de una calidad humana increíble que me han hecho sentir como en casa. Al principio sin embargo, extrañaba más que nada, mi vida en la Argentina. Mi departamento, la facultad, mis amigos, mis colegas, mi familia, mi rutina… Digamos que había construido un nidito cálido y confortable, y que de un día para el otro, me fui volando a un destino incierto y remoto. Extrañé por muchos meses ese nidito, temiendo no poder volver tiempo después y encontrarlo intacto. Pero como se suele decir, nunca es tarde para volver; lo difícil es irse...


"Movin’out" en gira

Hasta el 26 de junio
Funciones: de jueves a domingos dos funciones diarias
San José Center for Performing Arts
Tickets: 1-888-455-show, 408-453-7108

Del 28 de junio al 10 de Julio: Costa Mesa at the Orange County Performing Arts Center

Del 13 al 24 de Julio: Dallas, as part of the Dallas Summer Musicals series at Music Hall at Fair Park

Del 26 al 31 de Julio: Fort Worth at the Bass Performance Hall

Del 3 al 14 de agosto: Minneapolis at the Orpheum Theatre - Minneapolis



Julieta Gros y Matthew Dibble en "Movin‘out", obra de la coreógrafa Twyla Tharp premiada en Broadway.


http://www.danzahoy.com/pages/members/44_150605/actualidad.php?seccion=notas/ac02


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AL DIA TEXAS STORY


PEQUEÑA ROBAESCENAS

12:00 AM CDT on Wednesday, July 20, 2005
Por LORENA FLORES / Al Día

Cuando tenía siete años, Julieta Gros descubrió su interés por el baile. Dieciséis años después, esta argentina es una bailarina profesional que recorre Estados Unidos con "Movin' Out".
En el musical concebido por la coreógrafa Twyla Tharp y que incluye más de 20 canciones de Billy Joel, Gros interpreta a Judy, una inocente chica que se enamora y pierde al amor de su vida, pero no la esperanza.
"En junio del 2003 yo estaba en Nueva York, presentándome en una competencia de ballet y esta competencia estaba relacionada con los productores de 'Movin out' y una de las asistentes de Twyla me vio en una de las clases en la competencia y me pidió que fuera audicionar", explica Gros sobre el primer acercamiento que tuvo con los productores de la aclamada obra, nominada a 11 premios Tony en el 2003.
Después de que la coreógrafa vio el video de la audición de la chica, la mandó llamar para que le demostrará en vivo lo que podía hacer, pero Gros ya se encontraba en Argentina cumpliendo con otros compromisos de trabajo.
"Me llamaron para que fuera en julio y fui por tres días a Nueva York a audicionar con los demás bailarines y así fue como me ofrecieron el contrato", explica la joven, quien nunca pensó que estaría estelarizando el musical que había visto semanas atrás como espectadora.
La formación de Gros está basada en la danza clásica. La joven se integró a los 14 años a la compañía de danza Ballet Argentino de Julio Bocca y a los 19 años se convirtió en una de las bailarinas principales de la compañía de Iñaqui Urlezaga.
"Movin' Out" atrajo la atención de Gros por la combinación de lo clásico con lo contemporáneo.
"Como espectadora, la primera vez que la vi me gustó mucho y me llamó mucho la atención la presencia de puntas, zapatillas de puntas en un show de Broadway, algo que no es muy común", cuenta la bailarina, quien ya lleva 19 meses en la gira de "Movin' Out".
La aventura de una vida
Tomar la decisión de radicarse en Estados Unidos no fue fácil para Gros, pues aunque había recorrido varios países de Europa, Asia y América con las compañías de baile a las que perteneció, su vida era muy estable en Argentina cuando le llegó la oportunidad de formar parte del musical.
"Fue bastante duro porque yo tenía una carrera, estaba estudiando en la facultad de periodismo, tenía mi departamento, mi novio, mi familia, pero creo que la decisión la tomé sin dudar, porque es una experiencia increíble y tenía que vivirla. No me arrepiento en lo absoluto, pues siempre se puede volver", explica Gros, quien no tiene una residencia fija en EU y cada que puede viaja a su país.
Su destino después terminar su participación en este musical –cosa que sucederá en enero– todavía no está muy claro.
Sólo está segura de que seguirá haciendo arte sobre los escenarios.

lflores@aldiatx.com



http://www.scribd.com/doc/28356633

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